Ansiaba mucho visitar Mérida, si bien es cierto que a veces no estamos conscientes de los destinos que tenemos tan cerca; tal es mi caso, viviendo a tan sólo unas horas de este lugar no me había dado la oportunidad de conocer y explorar esta hermosa ciudad. Nuestra visita fue breve sin embargo eso no nos impidió disfrutar al máximo lo que habíamos preparado. Desayunamos muy al estilo yucateco o mejor dicho ‘loncheamos’ unos salbutes de pibil, unos tacos de pavo asado acompañado de una fresca agua de lima … Recorrimos el centro histórico y sus alrededores admirando su arquitectura y al mismo tiempo disfrutamos de las actividades que se desarrollaban dentro de las calles.

Parada obligatoria: el mercado Gálvez.
No me podía ir sin un par de sandalias yucatecas, ya saben que me encanta coleccionar piezas artesanales y sin duda estas  no fueron la excepción. Les confieso que me tomó más del tiempo esperado escoger mi par favorito, al final terminé estrenando las sandalias ese mismo día (¡y no, no me salieron ampollas!).

Un sorbete, porfavor

Cuando se trata de postres, soy la primera en apuntarme. Así que no fue  nada difícil decidirnos a degustar los famosos sorbetes (o nieves) en una de las sorbeterías más antiguas de la ciudad “El Colón”. Probamos los sabores de elote, melón y plátano (el que ven en la foto). No sin mencionarles que me enamoré por completo del mobiliario, las mesas con cubiertas de mármol y sillas datan desde 1907.

¡Mérida, volveré!

La ventaja de las visitas cortas es que te dejan con más ganas de volver … esta vez regresaré  para conocer otra perspectiva de la ciudad.
¿Qué otros lugares  me recomienden visitar?

What I’m wearing: shirt: gap (similar here), trousers: lob (similar here and here), hat: scappino (similar here), bag: forever 21 (similar here), watch: daniel wellington.